viernes, 3 de julio de 2009

Para muestra basta un botón. (¿Alguien dirá BASTA?)

Mi trabajo de vendedor me lleva para dónde alguien quiere comprar. En este caso, Villa Lamadrid, a pocas cuadras de la Feria de La Salada. La Feria más grande de Latinoamérica según la publicidad, y posiblemente lo sea.


Mi auto esta vez no quiso ir a donde alguien quería comprar, y como no me quedaba otra, me sumergí en una aventura, que otros la viven todos los días, y no la llaman aventura. La llaman vida cotidiana. También les voy a contar la historia de una familia de clase media, con 3 sueldos en blanco, con otros ingresos informales y que sin embargo, tienen las necesidads básicas insatisfechas. A mi que no me vengan con definiciones sociológicas, demográficas o "Indec-cianas". Repito: familia con 3 sueldos en blanco y otros ingresos informales con las necesidades básicas insatisfechas.



Lo primero que hay que saber es que si uno tiene que ir a 15 cuadras pasando la General Paz, necesita llenar el bolsillo de monedas. Primera necesidad básica insatisfecha: Que haya colectivo, no significa que lo puedas usar. Sólo si conseguiste monedas suficientes, podés utilizarlo. (en mi caso, para ir y volver fueron $6, sólo porque intercalé con el subte)



Lo segundo que hay que saber es que mientras los gobernantes producen obras en el Teatro Nacional de la Plata, techan un estadio municipal en la misma ciudad que ya se comió un presupuesto millonario, se aventuran en organizar Copas Américas de Fútbol, le regalan televisores a jugadores de un equipo de primera, que apuesto lo que quieran a que ya tienen en sus casas, subsidian empresas aéreas sin aviones, y empresas aéreas con aviones, pero a la que sólo acceden unos pocos, hay millones de bonaerenses que conviven, con basura, barro y agua estancada el 90% de los días de sus vidas. Repito, a 15 cuadras del Puente la Noria.



Y acá, surge algo que realmente no me explico: cómo a ninguno de los millones de bonaerenses se les ocurrió cagar a trompadas a algún gobernante, cuando pasa a saludar y a prometer obras o cuando aporta el Sandwich, la Coca y $50 para concurrir a actos. Sinceramente, no lo entiendo.



Pero volvamos a mi aventura. Llego a Puente La Noria y en medio de mucha gente trabajadora que camina para todos lados, debía encontrar la parada del colectivo 32 (calle 6).



Medio como que me ubiqué, razonando que el bondi debía ir por la ribera del Río Matanza y encontré la parada. (a mi me enseñaron que eso que llaman Ribera, en cualquier lugar del mundo se llama basural a cielo abierto, o cultivo de las más diversas enfermedades e infecciones)



Para hacer 15 cuadras, el colectivo tiene que hacer 25, ya que va haciendo zig-zag, siguiendo la única dirección posible por asfalto. Y de nuevo algo que no entiendo: si vas a asfaltar sólo una calle en 40 manzanas cuadradas, por qué hay que hacerlo en zig-zag?



Ahora bien, acá mi primer dilema? Qué preferiría? Vivir sobre la calle asfaltada o en medio del barro? Y la verdad que no sé: por el asfalto pasan todos los vehículos: colectivos mano y contramano, autos a los que no hacen falta hacerle una verificación porque no la pasan ni con Mr. Maggoo de inspector. Hasta presencié un choque de bicicletas, una de las cuales quedó innutilizada y su propietario, será uno de los que hasta tanto consiga arreglarla, se somenterá al calvario del transporte público. Obviamente ese asfalto, que a lo mejor fue arreglado antes de la última elección, ya tiene las huellas de la sobreutilización por ser el paso obligado de todos. Agua estancada en ambos costados de la calle, ruido y contaminación, gases tóxicos que emanan todos esos vehículos, locura, tránsito y ruidos insoportables. Hasta vi algo bastante bizarro. Un lavadero de autos, que para subir y bajar, tenías que hundir la rueda en el barro, y estaba sobre una calle, cubierta de una película de agua y tierrita, que con suerte, lo único que te quedaba limpio (si es que no te pasaba un colectivo de frente) era el techo.



Después de un par de vueltas, en la que reconozco que tuve un poco de miedo, dado que la señalización vertical, es casi nula, y no tenía la menor idea de cuando me tenía que bajar. Pero por sobre todo, porque los lugares por los que estaba pasando no eran los indicados para que mis zapatos, mi pantalón de vestir, y mi pulovercito con el maletín de trabajo se bajen, encontré en la numeración de una casa, el nombrede la calle que necesitaba.



Faltaba saltear un obstáculo, la única calle asfaltada a la redonda, por la que pasan todos los colectivos, camiones, camionetas, autos, bicicletas y peatones, tiene una cuadra sumergida literalmente bajo el agua. Por lo que a duras penas, esa calle sólo quedó para algunos intrépidos colectiveros. Obviamente, sin ver la geografía del asfalto, casi sin saltearse ningún pozo, y con el miedo de que si se quedaba ahí el colectivo, yo no me iba a bajar con el agua podrida a la cintura, el colectivero sorteó la parte más difícil del trayecto y me dejó sobre el asfalto a 3 cuadras del destino.


Con actitud segura, encaré mis últimos 300 metros de trayecto. Y llegué a una casa, con mucho olor a humedad, humilde, con rastros de deterioro, y con una pantalla de gas, que debía hacer las veces de estufa.

Bajo esas condiciones viven 2 familias con 3 sueldos en blanco y unos ingresos extra, producto de la "concesión" de dos de los estacionamientos de la feria de la Salada. 2 días de feria a la semana, 100 autos a 10 pesos, hagan la cuenta.

Aislados del mundo, conectados apenas por una calle de asfalto, cuya última cuadra está inundada el 70% de los días. Conviviendo con el agua estancada, la basura. Sin gas natural ni cloacas.

Seguramente para la estadística, forman parte de la clase media. Pero a mi no me jodan!

Y esta es sólo una muestra. He visto mundos similares en Villa Fiorito, Los Polvorines, José León Suarez, Laferrere, Merlo, Florencio Varela, Virreyes, Isidro Casanova, El Jagüel, etc...

Lo interesante de todo esto, es que luego de ver y analizar lo que ocurre en forma cotidiana a metros de la General Paz con millones de argentinos, me he vuelto creyente.

Sólo un milagro de DIOS puede hacer que no haya más muertos, por tantas otras epidemias y enfermedades.

AMEN