viernes, 15 de agosto de 2008

Imposible is Nothing???? Dejate de joder!

Voy a discrepar con los marketineros publicistas de Nike. Y es que esto de estar en casa, me obliga (es una forma de decir porque soy adicto al deporte) a mirar los Juegos Olímpicos en casi todas sus disciplinas.
Como amante del deporte, he visto con agrado que podría realizar casi cualquier disciplina, mejor o peor, algunas más o menos lejos del record mundial, pero por lo menos podría empezar.
Nunca jugué al Basketball, pero podría jugar sin problemas.
Nadar nado, me tuerzo un poco cuando nado espaldas, pero eso con un poco de entrenamiento y pulir la técnica creo que podría lograr cambiarme de andarivel.
Del trampolín me tiro, es verdad, no doy tres vueltas mortales, con tirabuzón, pero de cabeza, o intentar un firulete me animo.
Andar en botecito a vela no es fácil, pero con un poco de instrucción, se puede lograr avanzar un poco.
Remar, rema cualquiera. Andar en bici también.
Correr, ni hablar. Creo que mi mejor marca en los 100 metros fueron 14/15 segundos, más de un 50% que el record mundial, pero nada despreciable.
En tiro, no sé si le pego a algo, pero para empezar estoy.
Lanzamiento de jabalina, bala y martillo, lo hago. No creo que necesite un estadio como el olímpico, con un cacho de pasto, creo que me alcanza.
Salto en alto, con garrocha y salto en largo, es un poco de técnica, sobre todo en alto y garrocha, pero algo salto.
Bueno, de fútbol no digo nada, porque fue lo que generó mi lesión que a su vez generó la creación de www.demuletas.blogspot.com
Las artes marciales y el boxeo, no son disciplinas de mi agrado, pero con un poco de entrenamiento podés calzarte un par de guantes o luchar un poco.
20 kg levanto en pesas. No es mucho, pero se puede hacer.
En fin, como dije antes, creo que estoy capacitado para realizar cualquier disciplina olímpica, por lo menos lo básico. En algunas más y en otras menos. Qué se yo... Maratón, es mucho para correr, pero 42,195 km. en algún momento los hago. Pararé, caminaré un rato, otro de trote, pero es algo realizable.
Bueno, todas las disciplinas no. Gente de Nike, hay una en particular que es imposible de realizar. Pero desde la física, no desde lo físico.
Ejercicios en la Viga. Es verdaderamente imposible.
No hay entrenamiento, horas en el gimnasio, nada que pueda lograr achicar mi pie, que calza 45 y que es ancho como un ladrillo, para que de un salto caiga en una viga a 1,20 metros de altura y con un ancho de 10 cm. Ni que hablar de dar una voltereta antes.
Ya es extremadamente complejo realizar esos movimientos en la colchoneta, por lo que me resulta inimaginable hacerlos en ese pedacito de madera. Creo que no logro caminar ida y vuelta por esos 5 metros de largo sin caerme, ni siquiera hablo de tomar carrera, saltar, dar un par de vueltas y caer arriba de esa viga, estoy hablando de caminar ida y vuelta por ahí.
Es más, me parece un método más que original para suicidarse. Venís corriendo, picás en el trampolín y si no te morís con la viga clavada en el pecho, te rompés el tobillo y luego caés y te desnucás contra el piso, o te das con el cráneo contra la viga, y seguís el ejercicio desde el otro lado. No estoy haciendo apología del suicidio, pero antes de pegarse un tiro, tirarse de un balcón o cortarse la venas, es un método para estudiar!
Pero más allá de eso, lo que me queda claro es que los muchachos de Nike, no estaban pensando en esta disciplina cuando crearon su famoso slogan!

miércoles, 13 de agosto de 2008

Convivencia

Lo que uno aprende con la convivencia es fantástico. Yo antes no entendía por qué cuando quedaba en salir con una chica que, por ejemplo volvía de trabajar o de la Facultad a las 6 y media de la tarde, nunca podía estar lista antes de las 10 de la noche. Hasta a veces me han dejado esperando abajo unos 10 minutos extra.
Mi ingenuidad me llevaba a pensar que al estar ocupadas todo el día, cuando llegaban a sus casas tenían que realizar tareas cotidianas que no habían podido hacer por estar trabajando.
Regar plantas, darle de comer a las mascotas, poner algún lavado en el lavarropas. Lavar los platos del día anterior.

Empecé a sospechar que esto no era así cuando la invitación era un sábado. Ahí no había Día Laboral que no les hubiere permitido realizar los quehaceres domésticos, y sin embargo, era extremadamente difícil conseguir que una mujer estuviera lista para una salida antes de las 10 de la noche.
En la convivencia descubrí, que una mujer tarda aproximadamente 3 horas y media en producirse para una salida. El bañarse, incluye depilación, sales relajantes, baños de crema. Luego, la crema anti age, anti arrugas, anticelulitis, anti estrías, y anti várices. El peinado, que incluye planchita, brushing y otras cosas, cuyos nombres desconozco. El maquillaje que incluye tapa arrugas, tapa ojeras, sombras, lapiz de labio, pintura de ojos, delineadores, y más productos que ni ellas saben para qué sirven. Y lo último, elegir la ropa. Se complican solas, si tuvieran dos jeans y un par de zapatos como yo, no se complicarían tanto!
Pero lo más importante que descubrí, no es cuanto tardan en producirse, sino en lo difícil que es la convicencia en sí. Con una semana me alcanzó, con eso les digo todo.

Paso a contarles lo que me ocurrió: (la mayoría sabe que yo nunca conviví con una mujer, pero lo cuento en primera persona para no mandar al frente a nadie) en primer lugar, mi novia (que se vino a vivir a mi casa) trajo a su electricista antes que las valijas. ¿Para qué necesitaba un electricista mi novia casi al mismo momento de desembarcar en mi casa? Les cuento: ella necesitaba instalar una trifácica y reforzar con cable resistente los enchufes del baño. Una vez que se aseguró que en mi casa se podía enchufar toda la Línea B de Subterráneos sin que se quemara ningún cable ni saltaran los tapones, de una valija comenzó a desplegar una batería de elementos eléctricos con dirección a dónde antes había un cepillo de dientes pedorro, una pasta dental, una maquinita de afeitar y un desodorante… Cuando hubo desalojado mis pocas pertenencias, comenzó a instalar, la planchita (nunca antes había utilizado ese sustantivo en diminutivo. La plancha es para hacer patys o algún churrasco, o la usaba mi vieja para sacarle las arrugas a la ropa.) Acto seguido: el secador de pelo, la Depilady, el cepillo de dientes eléctrico, otro aparato que según me dijo era para hacer brushing, el cargador del celular y el cargador de pilas para la depilady. Todo eso fue a parar al enchufe reforzado del costado del botiquín. Botiquín que fue rápidamente desbordado con un montón de productos que me hicieron entender por qué cada local de Farmacity tiene 600 metros cuadrados de góndolas.
Por supuesto que la partir de ese momento empecé a realizar todas las actividades que requirieran agua, en la cocina. Ahí me lavaba los dientes, ahí me mojaba el pelo para peinarme a la mañana y ahí me aseaba, todo en la pileta de la cocina… Yo sé que la convivencia te puede matar, pero prefería que el informe de la autopsia no dijera, electrocutado por un cortocircuito en el baño.
Una vez despojado del baño, rápidamente aprendí otro concepto útil gracias a la convivencia. Ropa de verano, ropa de invierno, y ropa de media estación.
Yo tenía en mi placard, bah, lo que era en su momento mi placard, remeras, buzos, camperitas, zapatillas y zapatos, calzoncillos y medias, todo junto. NO hay ropa de verano y ropa de invierno.
Para mi había ropa para cuando hacía más calor, y ropa para cuando refresca. Obviamente, mi ropa fue desalojada del armario, para dar lugar a carteras, botas y zapatos y una cantidad inimaginable de pantalones, polleras, remeras, vestiditos, musculosas. MIrar esa cantidad de ropaya me aburría, no me quiero imaginar acompañarla al Shopping para comprar todo eso. En un momento pensé que mi novia tenía una changuita los fines de semana y se ganaba unos pesos vendiendo ropa, pero no! Eran todas de ella. Ahí aprendí nuevos colores.
Hasta entonces me había manejado con los colores que venían en un librito que me leía mi mamá de chico. Azul, Rojo, Amarillo, Verde, Violeta, Marrón, Rosa, Negro y Blanco.

Pero gracias a la ropa de mi ex novia, conocí nuevos colores. Caqui, chocolate, camel, borravino, arena, y algunos más que se me escapan en este momento.

Otro inconveniente que tenía con mi ex, es que dormía con dos frazadas en verano. Y si yo prendía el aire acondicionado, ella no se quitaba las medias. Obviamente terminaba cediendo, y yo amanecía en medio de un charco de transpiración. Y encima, me decía… Qué asssco!!!

Ni hablar los problemas que nos generaba la televisión. Resigné mirar los partidos de Fútbol del Ascenso, las Ligas Europeas, ya no te digo un Arsenal-Banfield, pero ni los partidos de River de la Copa podía mirar.

Y ni les cuento cuando llegamos al tema de la comida… Ay, ¿comés animales muertos?

Nooooooooo!!! Como milanesas, churrascos, pollo, dulces y fritos, como come todo el mundo. (bueno, yo quizás un poquito más que el resto)
¿Probaste las milanesitas de soja, o calabaza rellena de pasto, la galleta de arroz?
Sí, las probé una vez que insulté a la maestra de la primaria y mi papá me puso en penitencia: 3 días, a Milanesa de Soja y Galletas de arroz!!


Obviamente la decisión no costó nada en tomarse.

NO podíamos dormir juntos por problemas climáticos. Yo no entraba al baño por miedo a electrocutarme. Me cambiaba en la baulera, donde había ido a parar toda mi ropa. La tele la veía de a ratos en una 14 pulgadas, que ya era obsoleta en el menemismo.
Lo único que compartíamos era el sexo, que era realmente muy bueno. Pero no todo es sexo en la vida. Así que tomamos la decisión madura de separarnos y por supuesto, me fui de mi casa y volví a vivir con mi mami!

domingo, 10 de agosto de 2008

Sabemos de qué se trata

No importa si es la de Bronce la de Plata o la de Oro.
En ese instante en el cual te asegurás que alguna de esas medallas será colgada en tu cuello y que la bandera de tu país, será izada gracias a tu esfuerzo personal, miles de imágenes se te cruzan por la cabeza, en medio de un llanto que n0 es igual a otros llantos.
Las veces que te levantaste temprano, y a las 7 de la mañana estabas entrenando con frío, lluvia o con un calor insoportable, porque a más tardar a las 10 tenías que entrar a trabajar.
El difícil momento en que dejaste el trabajo que te daba de comer, para internarte en la aventura de vivir siendo deportista amateur de alto rendimiento.
La incertidumbre de saber cómo ibas a hacer para mandar a tu hijo al colegio, o con qué lo ibas a alimentar.
La primera vez que recibiste un par de zapatillas, a cambio de que la marca de las mismas figure visible en algún lugar de tu ropa.
El día que te tomaste un micro, para competir en una provincia y tu presupuesto sólo alcanzaba para que fueras solo.
La primera vez que ganaste un premio, y no veías la hora de llegar al hotel para poder llamar a algún familiar para compartirlo con alguien.
El día que sentiste que tanto esfuerzo, tantas horas de sacrificio, valían al pena.
La invitación para competir en el exterior, que tuviste que rechazar, porque no tenías firmado el permiso de tus padres para salir del país, y mucho menos para costearte el pasaje y la estadía.
La primera vez que pisaste el Cenard, y conociste a otros deportistas, que como vos, luchaban contra los oponentes, contra el reloj, contra los obstáculos, pero también contra la falta de apoyo y de presupuesto para desarrollar la actividad de manera natural.
La tarde en que mirabas por televisión las imágenes de un Juego Olímpico y te propusiste algún día estar ahí.
Las peleas con los funcionarios de la Secretaría de Deportes, para lograr una beca, que te permitiera dedicarte full time al deporte, y vivir de forma digna.
El momento en que metiste la tarjeta de débito en el cajero, y encontraste el primer depósito realizado en tu cuenta, producto de tu actividad deportiva.
Cuando saliste del país para competir y apenas podías vos solo cargar con tus valijas, los elementos necesarios para el desarrollo de tu disciplina, hacerte entender en castellano y ahorrar en los detalles más chiquitos, para que te alcance el dinero para toda la estadía.
El instante en que conseguiste la marca necesaria para participar de un Juego Olímpico.
El momento en que en el Aeropuerto, te despedías de tu hijo, y del resto de tu familia, y sabiendo que ibas a estar casi un mes a 11 horas de diferencia y a miles de kilómetros, y aún así pensabas que seguía valiendo la pena el esfuerzo.
Cuando te diste cuenta, metido en la Villa Olímpica, que en todo el Mundo, en mayor o menor medida, con más o menos dinero, con más o menos apoyo de las empresas y los gobiernos, miles de personas en algún momento de sus vidas habían tomado la misma decisión que vos, y estaban igual de felices que vos.
Todo eso significa el llanto que estamos viendo, a miles de kilómetros por la tele. No importa lo que dice Bonadeo. No hace falta escucharlo. Y vos sabés que todo eso que está reflejando tu llanto, es cierto. Y te juro que no estoy adivinando.
Todos los que amamos el deporte, sabemos de qué se trata.

viernes, 8 de agosto de 2008

Paréntesis

Durante muchos años, me han sugerido aquellas personas que me conocen (algunas poco, y otras bastante) que comience a hacer terapia. Que me iba a hacer bien, que te ayuda un montón, etc...
Generalemente, estas sugerencias uno las toma de manera no muy simpática. Yo no necesito ir al psicólogo, y respuestas como esa, son las que uno prepara como mecanismo de defensa.
Finalmente y luego de reconocer internamente, que el autoanálisis que me hacía siempre llegaba hasta el mismo lugar y no lograba avanzar, entendí que la ayuda profesional que sistematizara ese análisis, le agregara orden, una mirada externa, objetiva y sin ningún involucramiento personal, iba a ayudar a perforar esa pared que se había construido a lo largo de 32 años de vida.
Nunca había hecho terapia y la verdad es que me quedé sorprendido por la metodología. A mi que me encanta entender y curiosear sobre cómo funcionan las cosas, y no simplemente usarlas así como vienen, estuve algunas sesiones, himnotizado por la forma en que, siendo alguien que no está acostumbrado a hablar sobre mi mismo, excepto para hacer algún chiste o divertir al auditorio, pueda hablar y escucharme decir cosas que no sabía que tenía dentro. Sin preparar nada, muchas veces, esos 50 minutos quedan cortos y se estiran a los dos pisos por ascensor que me separan de la puerta de calle. La capacidad que tiene el profesional para asociar cosas que uno dijo en otras sesiones, o unir temas y comportamientos que jamás uno hubiera pensado que tienen algo que ver entre ellos, más que justifica abandonar un autoanálisis precario y sin herramientas y adentrarse en el mundo del análisis profesional.
No es una apología a las terapias psicológicas. Simplemente es contar una experiencia que está teniendo alguien que siempre se sintió autosuficiente y siempre estuvo lejos de pensar en la necesidad de ayuda profesional.
Una cosa que me dijo mi psicólogo, hablando de cuánto me había servido el paréntesis que obligadamente tuve que hacer por mi operación de rodilla, no pudiendo trabajar, ni hacer deportes, y pasar mucho tiempo en mi casa conmigo mismo, solo y con mucho tiempo para pensar y analizar cada aspecto de mi vida actual y qué es lo que quiero para el futuro, es que muchas personas que hicieron un click en sus vidas o han dejado algún legado o hay registros de lo que hicieron, han aprovechado o describen como muy importante, algún momento de convalecencia en cuanto a la salud. Es decir, que ese tiempo en que estuvieron obligadamente alejados de la vida cotidiana, por algún problema de salud, fue sumamente productivo y les han servido para sacar algo muy positivo para sus vidas.
Ahora, yo me pregunto, ¿no habrá alguna otra forma que no incluya tener que romperte la rodilla y no poder hacer nada, para poder parar la pelota y pensar y reflexionar sobre la vida, los deseos y los proyectos de uno?
Si yo puedo pensar y jugar al fútbol a la vez!!!!

miércoles, 6 de agosto de 2008

Culpables

¿Qué tienen en común, el menemismo, el FMI, las Papeleras, los empresarios especuladores, Duhalde, Estados Unidos, los Militares, los agricultores. el Grupo Clarín, las petroleras, los supermercados, Lavagna, las privatizaciones, las AFJP y el crecimiento económico del último lustro?

Que todos estos factores, según la voz oficial, fueron alternadamente culpables de los problemas que fueron surgiendo en el anterior gobierno de Néstor K y el principio del gobierno de Cristina Fernández de K.

Ante alguna dificultad, ya sea por el alza de precios, la escacez energética, la contaminación, la mala calidad de los servicios públicos, la culpa ha sido adjudicada en forma indistinta a los factores arriba descriptos. Y desde luego, ninguna dificultad, fue atribuida a problemas de elección de políticas, negligencia propia, ni a la falta de previsión.

Diciéndolo en criollo: Néstor era el responsable de todos nuestros bienes, y los culpables de los males que nos aquejan, se fueron repartiendo entre todos los chivos expiatorios, antes mencionados.

¿Qué hemos descubierto, ya inmersos en el segundo semestre del 2008?
Parece, que estuvimos viviendo engañados. Yo tenía una leve sospecha, pero ante tanta información en contrario, uno se veía casi obligado a creer.

Hoy, el ex Presidente Néstor, ve como su imagen positiva cayó a punto de casi destruirse (digo casi, porque recordemos que en la Argentina no existen los muertos políticos) y la de Cristina, que venía en picada a la par de la de Néstor, tomó una curva positiva, justo al mismo tiempo en que Néstor fue corrido a un costado, callado y casi retirado a funciones de Amo de Casa. (tampoco sabemos hasta cuando durará)

Ahora, ¿cómo habrá sido el proceso por el cual, esta decisión fue tomada, siendo que ambos no sólo comparten una vida de militancia, sufrimiento, alegrías y por supuesto, la cama?
Dada la seriedad, el aplomo, el análisis y estudio minucioso que caracterizaron estos últimos casi 6 años de Gobierno pingüino antes de tomar cada decisión, me imagino como habrá sido tomada esta:

Casi en formato de videoclip, me imagino lo siguiente:
Néstor acostado en su cama leyendo la última Condorito, obviamente con un modelo de pijama setentoso y Cristina duchándose (pero como en las películas aptas para todo público, sólo viendosele la cabeza con el shampoo y de espaldas) se pone a cantar en un volumen lo suficientemente alto para que escuche el ex Presidente, pero no tan alto como para que sienta la agresión, el siguiente tema de Vicentico, con una pequeña modificación en el género del protagonista de la canción...

Culpable

dejarte no fue facil para que hoy vuelvas a mi
con cara de inocente y esa voz de yo no fui
mira que adentro mio hay un deseo de venganza
de hacer pagar tus culpas y dejarte sin fianza

pensar que ya no puedo ni adorarte como antes
porque estoy ocupado en culparte
quisiera encerrarte y no dejarte salir mas
mostrarle a los demas el dolor que me causas

culpable, sos el unico culpable
yo te acuso y te maldigo
te destierro de mi alma y mi corazon

voy a crucificarte, y a quitarte la razon
ponerte frente a frente con toda la procesion
toda esa gente muda que no tiene corazon
hoy para mi estas muerto, muerto en vida y sin mi amor
quemandome en silencio entre el odio y el rencor

fui abriendote una causa de mil hojas de dolor
pase noches enteras preparando mi venganza
y ahora es el momento de tomarme la revancha

culpable, sos el unico culpable
yo te acuso y te maldigo
te destierro de mi alma y mi corazon

carga tu cruz
lleva el dolor
hasta el final
muerde el rencor

Promediando la canción, Néstor cierra la revista, se levanta con los ojos llenos de lágrimas, se dirige al baño, ambos se miran firmemente (recordar que Cristina conoce mucho a Néstor y sabe como enfrentarse para que sus miradas concuerden) luego Néstor se da media vuelta y sin mediar palabra, se va...

No sé si habrá sido así, pero lo peor de todo, es que podría haber sido y a nadie le extrañaría!

domingo, 3 de agosto de 2008

Cambio de hábitos

Cuando me pongo a pensar cuál es el invento que más ha modificado la vida de la gente en estos últimos años, sin lugar a dudas, aparece en primer lugar el teléfono celular.

Creo que a mis hermanas más chicas, les sería muy difícil y hasta gracioso entender cómo era la vida antes de la revolución del telefonito.

Comunicaciones eran las de antes. Se acuerdan lo que significaba que alguien atendiera un llamado que era para uno, y no anotara el mensaje? Pelea seguro! O los gritos por toda la casa... Hernáaaaaaan! Teleeeeeeeeeeefono! Y qué venía como respuesta? Mamá, cortá que ya atendíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!

Y cuando cortabas, la típica pregunta. ¿Quién es Claudia? Cuya típica respuesta era. "Nadie". Y si ese día estaba más comunicativo: "Nadie, una amiga". Mi madre se iba pensando, qué raro que mi hijo hable con Nadie quince minutos, y conmigo se comunique con 3 o 4 monosílabos por día.

Después estaba la otra. Te acostabas en la cama, te preparabas para hacer una llamada relativamente larga. Tomabas el tubo para marcar y zás. El grito... Corten que estoy hablando. Podían pasar varios minutos hasta que se desocupara el teléfono. Y ya para esa hora, no daba llamar. O si vos lograbas establecer una llamada, y estabas en la parte más interesante de la charla, alguien golpeaba tu puerta y te decía. ¿Te falta mucho? Y ahí estaba tu habilidad para decidir qué hacer. Porque este era un juego repetitivo N veces con los mismos jugadores, y al día siguiente uno podía estar en el lugar del otro. Y se sabía que después venían las represalias. Lástima que estudié Teoría de los Juegos mucho después de estas situaciones!!

Otro hábito que cambió fue el de la puntualidad.
Antes, cuando quedabas en una cita, tenías que calcular muy bien el horario. NO había mucho margen de error porque no había como ahora la posibilidad de corregir cada 10 minutos el horario estimado de arribo.

Hoy, nadie sabe los números de teléfono, porque están guardados en el celu. Tampoco sabemos el piso donde vive la gente, porque mandamos un texto o llamamos cuando estamos en la puerta para que baje. Aunque acá, surgen nuevos conflictos. A la segunda vez que te hicieron la gran "estoy abajo" y estaban a 10 cuadras, ya necesitamos pruebas, de ubicación. ¿Qué cual es generalmente? El timbre, obvio. desaprovechando la oportunidad de ganar tiempo.
Esta es la situación: bajá que ya estoy. Dónde estás? Estoy abajo. No, mentira. Sí, bolú, dale. Tocá timbre si estás abajo.

Acá se presentan dos posibles situaciones. Si la persona no está abajo, te dice: Bueno, estoy a 4 cuadras, así que en 50 segundos andá bajando. El problema es cuando realmente estaba abajo, ya que ahí es cuando se viene el timbrazo interminable, sólo interrumpido cuando uno baja y saluda al amigo.

Hoy podés realizar más de un salida por noche. Ya que cuando la salida con tus amigos está muriendo, mandás uno (o varios) mensajes de texto salvadores, hasta combinar con alguien dónde vas a terminar la noche.

Antes de ir a una fiesta, mandamos un texto, para saber qué onda y si vale la pena ir. Cuando nos perdemos en un lugar grande, y con mucha gente, el teléfono celular es fundamental.

Pero lo que más me sorprendió, fue hace unos meses. Yo estaba en la cancha el día que River perdió con San Lorenzo por la Copa Libertadores. River había perdido un partido que no se podía perder nunca, con 2 jugadores más, ibamos ganando y nos lo dieron vuelta. Mientras los hinchas de San Lorenzo se retiraban lentamente y felices. La imagen de la platea donde yo estaba era increible. El 90% de la gente, mandaba al contestador llamadas que seguramente les hacían hinchas de otros cuadros para cargarlos, o ponían muecas cada vez que leían un mensaje de texto con un contenido, que no hacía falta adivinar y que obviamente no contestaban. La platea estaba en silencio y el clima se cortaba con un cuchillo.Hasta que en medio de ese silencio, alguien gritó: ¿Quien fue el hijo de puta que inventó el teléfono celular? Maldito invento. La gente sonrió, y medio como que se relajaron un poco.

Es verdad, maldito invento. Pero es lo que por ahora me da comer!

Detalles

Habían pasado 6 días desde que me había operado.
Ese jueves, tenía que enfrentarme a mi primer control. Me tomé un taxi y llegué 20 minutos antes de la hora del turno. (ansioso como todos aquellos que realizan alguna de las actividades descriptas en mi nota "Ansiedad", de este mismo Blog)

La calle la cruzamos, las muletas, mi poca habilidad para caminar y yo. En ese mismo momento se nos ocurrió a los tres enviarle una carta a la Vicejefa de Gobierno Porteño, cosa que después, y por razones obvias, no hicimos.(*)

Luego de 20 metros más de caminata, llegué a la puerta del edificio del médico. Me abrieron y una vez dentro del inmueble, tuve que caminar otros 50 metros hasta la puerta del consultorio. No lo hice todo de una, ya que mover con mis bracitos todos el resto de mi cuerpecillo, no es una tarea sencilla. Me lo tomé con calma, y luego de algunas paradas llegué al consultorio.

Me abrieron, alcancé a apoyar en el mostrador mi carnet de la obra social que casi se me resbala, dada la gran cantidad de transpiración que poseían mis manos. Y me desplomé en una silla. Había sido demasiado ejercicio por un día.

A los 4 minutos de estar sentado, ya estaba aburrido y lamentablemente las revistas de gentileza del consultorio, habían quedado a 5 metros y lejos de mi alcance dada la poca voluntad que tenía para volver a levantarme. Al ratito, llego Vivi, la esposa de mi viejo, y el tiempo fue pasando un poco más rápido hasta que finalmente me atendieron.

El jueves pasado, ya mucho más canchero, sin las muletas y caminando casi como una persona normal, llegué al consultorio acompañado de mi padre y lo primero que hice una vez que me anuncié fue elegir una revista para leer.

Lamentablemente en un consultorio tan concurrido y con, me imagino yo, tantos ingresos monetarios, la revista más nueva era una Viva con Adrián Suar en la tapa, comentando como se había llevado con Carlos Calvo en la filmación de la película Comodines.

En otras palabras, inversión en revistas=$0.

Es muy difícil que uno deje de ir a un médico porque las revistas son de la década del 90, y encima son los suplementos dominicales de los diarios, pero esa misma situación en una peluquería y sin nada interesante para leer en la espera, puede ser causal de cambio de proveedor de servicio.

Ahí, fue dónde se me vino a la mente la siguiente pregunta. ¿Qué detalles, o cosas menores, pueden hacer que uno deje de consumir un producto o servicio de un determinado lugar o marca?

Para algunos, el hecho de que en la peluquería no haya buenas revistas puede determinar, cambiar de peluquero.

A mi por ejemplo me encantaban de chico los Palitos de la Selva, pero como de cada diez, siete se te quedaba todo el papel pegoteado no los compraba.

Algunos restaurants, eran abandonados de mi lista, una vez que descubría que trabajan con la línea Pepsi de bebidas y no Coca. (odiaba la famosa pregunta: ¿Es lo mismo Pepsi? Nooooooo, claro que no es lo mismo!!!!!)

A veces el tiempo de espera para comprar un auto, es más determinante que el color o el modelo.

Recuerdo que mi abuelo, elegía médico de la cartilla, por el sólo hecho de que el apellido le sonaba paisano. ¿Habrá fantaseado también con poder tener la consulta en Idischt?

A tal restaurant voy siempre porque... la panera es espectacular.

Esta mayonesa no la compro, porque me resulta muy difícil de abrir. O estas galletitas tienen un sistema imposible de apertura. Esa cintita roja nunca la puedo usar y termino haciendo muchas migas. No las compro.
Detalles, pequeñas cosas que terminan siendo decisivas y determinantes a la hora de decidir por un producto u otro o entre tal o cual proveedor de servicios.
Por primera vez, voy a pedir vuestra colaboración:
¿Serían tan amables de contarme vuestras experiencias al respecto? Decisiones tomadas a raíz de algún detalle al que ustedes le han dado un valor preponderante a la hora de elegir? Se los agradeceré, y espero los comentarios.
Después, el equipo editor de www.demuletas.blogspot.com (o sea yo) elegirá el mejor ejemplo y se hará acreedor de algún premio.
Saludos y hasta la próxima.


(*) Ver "Tocaron a mi Puerta por un día"