viernes, 15 de agosto de 2008
Imposible is Nothing???? Dejate de joder!
miércoles, 13 de agosto de 2008
Convivencia
Empecé a sospechar que esto no era así cuando la invitación era un sábado. Ahí no había Día Laboral que no les hubiere permitido realizar los quehaceres domésticos, y sin embargo, era extremadamente difícil conseguir que una mujer estuviera lista para una salida antes de las 10 de la noche.
Paso a contarles lo que me ocurrió: (la mayoría sabe que yo nunca conviví con una mujer, pero lo cuento en primera persona para no mandar al frente a nadie) en primer lugar, mi novia (que se vino a vivir a mi casa) trajo a su electricista antes que las valijas. ¿Para qué necesitaba un electricista mi novia casi al mismo momento de desembarcar en mi casa? Les cuento: ella necesitaba instalar una trifácica y reforzar con cable resistente los enchufes del baño. Una vez que se aseguró que en mi casa se podía enchufar toda la Línea B de Subterráneos sin que se quemara ningún cable ni saltaran los tapones, de una valija comenzó a desplegar una batería de elementos eléctricos con dirección a dónde antes había un cepillo de dientes pedorro, una pasta dental, una maquinita de afeitar y un desodorante… Cuando hubo desalojado mis pocas pertenencias, comenzó a instalar, la planchita (nunca antes había utilizado ese sustantivo en diminutivo. La plancha es para hacer patys o algún churrasco, o la usaba mi vieja para sacarle las arrugas a la ropa.) Acto seguido: el secador de pelo, la Depilady, el cepillo de dientes eléctrico, otro aparato que según me dijo era para hacer brushing, el cargador del celular y el cargador de pilas para la depilady. Todo eso fue a parar al enchufe reforzado del costado del botiquín. Botiquín que fue rápidamente desbordado con un montón de productos que me hicieron entender por qué cada local de Farmacity tiene 600 metros cuadrados de góndolas.
Pero gracias a la ropa de mi ex novia, conocí nuevos colores. Caqui, chocolate, camel, borravino, arena, y algunos más que se me escapan en este momento.
Otro inconveniente que tenía con mi ex, es que dormía con dos frazadas en verano. Y si yo prendía el aire acondicionado, ella no se quitaba las medias. Obviamente terminaba cediendo, y yo amanecía en medio de un charco de transpiración. Y encima, me decía… Qué asssco!!!
Ni hablar los problemas que nos generaba la televisión. Resigné mirar los partidos de Fútbol del Ascenso, las Ligas Europeas, ya no te digo un Arsenal-Banfield, pero ni los partidos de River de la Copa podía mirar.
Y ni les cuento cuando llegamos al tema de la comida… Ay, ¿comés animales muertos?
Nooooooooo!!! Como milanesas, churrascos, pollo, dulces y fritos, como come todo el mundo. (bueno, yo quizás un poquito más que el resto)
Obviamente la decisión no costó nada en tomarse.
NO podíamos dormir juntos por problemas climáticos. Yo no entraba al baño por miedo a electrocutarme. Me cambiaba en la baulera, donde había ido a parar toda mi ropa. La tele la veía de a ratos en una 14 pulgadas, que ya era obsoleta en el menemismo.
domingo, 10 de agosto de 2008
Sabemos de qué se trata
viernes, 8 de agosto de 2008
Paréntesis
miércoles, 6 de agosto de 2008
Culpables
Que todos estos factores, según la voz oficial, fueron alternadamente culpables de los problemas que fueron surgiendo en el anterior gobierno de Néstor K y el principio del gobierno de Cristina Fernández de K.
Ante alguna dificultad, ya sea por el alza de precios, la escacez energética, la contaminación, la mala calidad de los servicios públicos, la culpa ha sido adjudicada en forma indistinta a los factores arriba descriptos. Y desde luego, ninguna dificultad, fue atribuida a problemas de elección de políticas, negligencia propia, ni a la falta de previsión.
Diciéndolo en criollo: Néstor era el responsable de todos nuestros bienes, y los culpables de los males que nos aquejan, se fueron repartiendo entre todos los chivos expiatorios, antes mencionados.
¿Qué hemos descubierto, ya inmersos en el segundo semestre del 2008?
Parece, que estuvimos viviendo engañados. Yo tenía una leve sospecha, pero ante tanta información en contrario, uno se veía casi obligado a creer.
Hoy, el ex Presidente Néstor, ve como su imagen positiva cayó a punto de casi destruirse (digo casi, porque recordemos que en la Argentina no existen los muertos políticos) y la de Cristina, que venía en picada a la par de la de Néstor, tomó una curva positiva, justo al mismo tiempo en que Néstor fue corrido a un costado, callado y casi retirado a funciones de Amo de Casa. (tampoco sabemos hasta cuando durará)
Ahora, ¿cómo habrá sido el proceso por el cual, esta decisión fue tomada, siendo que ambos no sólo comparten una vida de militancia, sufrimiento, alegrías y por supuesto, la cama?
Dada la seriedad, el aplomo, el análisis y estudio minucioso que caracterizaron estos últimos casi 6 años de Gobierno pingüino antes de tomar cada decisión, me imagino como habrá sido tomada esta:
Casi en formato de videoclip, me imagino lo siguiente:
Néstor acostado en su cama leyendo la última Condorito, obviamente con un modelo de pijama setentoso y Cristina duchándose (pero como en las películas aptas para todo público, sólo viendosele la cabeza con el shampoo y de espaldas) se pone a cantar en un volumen lo suficientemente alto para que escuche el ex Presidente, pero no tan alto como para que sienta la agresión, el siguiente tema de Vicentico, con una pequeña modificación en el género del protagonista de la canción...
Culpable
dejarte no fue facil para que hoy vuelvas a mi
mira que adentro mio hay un deseo de venganza
de hacer pagar tus culpas y dejarte sin fianza
pensar que ya no puedo ni adorarte como antes
porque estoy ocupado en culparte
quisiera encerrarte y no dejarte salir mas
mostrarle a los demas el dolor que me causas
culpable, sos el unico culpable
yo te acuso y te maldigo
te destierro de mi alma y mi corazon
ponerte frente a frente con toda la procesion
toda esa gente muda que no tiene corazon
hoy para mi estas muerto, muerto en vida y sin mi amor
quemandome en silencio entre el odio y el rencor
pase noches enteras preparando mi venganza
y ahora es el momento de tomarme la revancha
yo te acuso y te maldigo
te destierro de mi alma y mi corazon
carga tu cruz
lleva el dolor
hasta el final
muerde el rencor
Promediando la canción, Néstor cierra la revista, se levanta con los ojos llenos de lágrimas, se dirige al baño, ambos se miran firmemente (recordar que Cristina conoce mucho a Néstor y sabe como enfrentarse para que sus miradas concuerden) luego Néstor se da media vuelta y sin mediar palabra, se va...
No sé si habrá sido así, pero lo peor de todo, es que podría haber sido y a nadie le extrañaría!
domingo, 3 de agosto de 2008
Cambio de hábitos
Creo que a mis hermanas más chicas, les sería muy difícil y hasta gracioso entender cómo era la vida antes de la revolución del telefonito.
Comunicaciones eran las de antes. Se acuerdan lo que significaba que alguien atendiera un llamado que era para uno, y no anotara el mensaje? Pelea seguro! O los gritos por toda la casa... Hernáaaaaaan! Teleeeeeeeeeeefono! Y qué venía como respuesta? Mamá, cortá que ya atendíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!
Y cuando cortabas, la típica pregunta. ¿Quién es Claudia? Cuya típica respuesta era. "Nadie". Y si ese día estaba más comunicativo: "Nadie, una amiga". Mi madre se iba pensando, qué raro que mi hijo hable con Nadie quince minutos, y conmigo se comunique con 3 o 4 monosílabos por día.
Después estaba la otra. Te acostabas en la cama, te preparabas para hacer una llamada relativamente larga. Tomabas el tubo para marcar y zás. El grito... Corten que estoy hablando. Podían pasar varios minutos hasta que se desocupara el teléfono. Y ya para esa hora, no daba llamar. O si vos lograbas establecer una llamada, y estabas en la parte más interesante de la charla, alguien golpeaba tu puerta y te decía. ¿Te falta mucho? Y ahí estaba tu habilidad para decidir qué hacer. Porque este era un juego repetitivo N veces con los mismos jugadores, y al día siguiente uno podía estar en el lugar del otro. Y se sabía que después venían las represalias. Lástima que estudié Teoría de los Juegos mucho después de estas situaciones!!
Otro hábito que cambió fue el de la puntualidad.
Antes, cuando quedabas en una cita, tenías que calcular muy bien el horario. NO había mucho margen de error porque no había como ahora la posibilidad de corregir cada 10 minutos el horario estimado de arribo.
Hoy, nadie sabe los números de teléfono, porque están guardados en el celu. Tampoco sabemos el piso donde vive la gente, porque mandamos un texto o llamamos cuando estamos en la puerta para que baje. Aunque acá, surgen nuevos conflictos. A la segunda vez que te hicieron la gran "estoy abajo" y estaban a 10 cuadras, ya necesitamos pruebas, de ubicación. ¿Qué cual es generalmente? El timbre, obvio. desaprovechando la oportunidad de ganar tiempo.
Esta es la situación: bajá que ya estoy. Dónde estás? Estoy abajo. No, mentira. Sí, bolú, dale. Tocá timbre si estás abajo.
Acá se presentan dos posibles situaciones. Si la persona no está abajo, te dice: Bueno, estoy a 4 cuadras, así que en 50 segundos andá bajando. El problema es cuando realmente estaba abajo, ya que ahí es cuando se viene el timbrazo interminable, sólo interrumpido cuando uno baja y saluda al amigo.
Hoy podés realizar más de un salida por noche. Ya que cuando la salida con tus amigos está muriendo, mandás uno (o varios) mensajes de texto salvadores, hasta combinar con alguien dónde vas a terminar la noche.
Antes de ir a una fiesta, mandamos un texto, para saber qué onda y si vale la pena ir. Cuando nos perdemos en un lugar grande, y con mucha gente, el teléfono celular es fundamental.
Pero lo que más me sorprendió, fue hace unos meses. Yo estaba en la cancha el día que River perdió con San Lorenzo por la Copa Libertadores. River había perdido un partido que no se podía perder nunca, con 2 jugadores más, ibamos ganando y nos lo dieron vuelta. Mientras los hinchas de San Lorenzo se retiraban lentamente y felices. La imagen de la platea donde yo estaba era increible. El 90% de la gente, mandaba al contestador llamadas que seguramente les hacían hinchas de otros cuadros para cargarlos, o ponían muecas cada vez que leían un mensaje de texto con un contenido, que no hacía falta adivinar y que obviamente no contestaban. La platea estaba en silencio y el clima se cortaba con un cuchillo.Hasta que en medio de ese silencio, alguien gritó: ¿Quien fue el hijo de puta que inventó el teléfono celular? Maldito invento. La gente sonrió, y medio como que se relajaron un poco.
Es verdad, maldito invento. Pero es lo que por ahora me da comer!
Detalles
La calle la cruzamos, las muletas, mi poca habilidad para caminar y yo. En ese mismo momento se nos ocurrió a los tres enviarle una carta a la Vicejefa de Gobierno Porteño, cosa que después, y por razones obvias, no hicimos.(*)
Luego de 20 metros más de caminata, llegué a la puerta del edificio del médico. Me abrieron y una vez dentro del inmueble, tuve que caminar otros 50 metros hasta la puerta del consultorio. No lo hice todo de una, ya que mover con mis bracitos todos el resto de mi cuerpecillo, no es una tarea sencilla. Me lo tomé con calma, y luego de algunas paradas llegué al consultorio.
Me abrieron, alcancé a apoyar en el mostrador mi carnet de la obra social que casi se me resbala, dada la gran cantidad de transpiración que poseían mis manos. Y me desplomé en una silla. Había sido demasiado ejercicio por un día.
A los 4 minutos de estar sentado, ya estaba aburrido y lamentablemente las revistas de gentileza del consultorio, habían quedado a 5 metros y lejos de mi alcance dada la poca voluntad que tenía para volver a levantarme. Al ratito, llego Vivi, la esposa de mi viejo, y el tiempo fue pasando un poco más rápido hasta que finalmente me atendieron.
El jueves pasado, ya mucho más canchero, sin las muletas y caminando casi como una persona normal, llegué al consultorio acompañado de mi padre y lo primero que hice una vez que me anuncié fue elegir una revista para leer.
Lamentablemente en un consultorio tan concurrido y con, me imagino yo, tantos ingresos monetarios, la revista más nueva era una Viva con Adrián Suar en la tapa, comentando como se había llevado con Carlos Calvo en la filmación de la película Comodines.
En otras palabras, inversión en revistas=$0.
Es muy difícil que uno deje de ir a un médico porque las revistas son de la década del 90, y encima son los suplementos dominicales de los diarios, pero esa misma situación en una peluquería y sin nada interesante para leer en la espera, puede ser causal de cambio de proveedor de servicio.
Ahí, fue dónde se me vino a la mente la siguiente pregunta. ¿Qué detalles, o cosas menores, pueden hacer que uno deje de consumir un producto o servicio de un determinado lugar o marca?
Para algunos, el hecho de que en la peluquería no haya buenas revistas puede determinar, cambiar de peluquero.
A mi por ejemplo me encantaban de chico los Palitos de la Selva, pero como de cada diez, siete se te quedaba todo el papel pegoteado no los compraba.
Algunos restaurants, eran abandonados de mi lista, una vez que descubría que trabajan con la línea Pepsi de bebidas y no Coca. (odiaba la famosa pregunta: ¿Es lo mismo Pepsi? Nooooooo, claro que no es lo mismo!!!!!)
A veces el tiempo de espera para comprar un auto, es más determinante que el color o el modelo.
Recuerdo que mi abuelo, elegía médico de la cartilla, por el sólo hecho de que el apellido le sonaba paisano. ¿Habrá fantaseado también con poder tener la consulta en Idischt?
A tal restaurant voy siempre porque... la panera es espectacular.
(*) Ver "Tocaron a mi Puerta por un día"