Nos remontamos a 1989. Gustavo Yankelevich, recién nombrado gerente de contenidos de TELEFE, estaba armando la programación de su canal y quería buscar un programa para la medianoche. Recordaba el éxito que Raúl Portal había alcanzado en años previos con "Notidormi" (Cerebro dice: MBOHEIO!) y quería armar un programa "con onda". Primero llamó a Gustavo Lutteral y este le dijo que no. Entonces pensó en un pibe que hacía sus primeras armas en radio y TV llamado Marcelo Tinelli. Este aceptó y el nuevo envío, llamado "Videomatch", salió en agosto de ese año. Al comienzo era un programa deportivo, con especialistas de cada deporte, pero la falta de rating y el formato diario lo fueron agotando.
Yankelevich lo mantuvo al programa a pesar de las dudas de su conductor y de a poco lo fue transformando en un programa orientado a los bloopers y a la joda. Así levantó un horario hasta ese entonces dejado de lado por los canales y se convirtió en un éxito que sigue hasta hoy, a pesar de las críticas sobre la calidad y la variedad del programa.
Yo no quiero hablar hoy de Marcelo Tinelli, mucho menos de Gustavo Lutteral. Estoy aquí para hablarles de Eugenio Litteral. El único antecedente similar a Eugenio es el de Jaime, el robot agente de Control. Que cuando le pedían una mano, él... la entregaba desenrroscandola de su muñeca.
Eugenio una vez estuvo iluminado. Fue cuando un seguidor del teatro estuvo apuntándolo durante más de una hora. Después de veinticinco minutos de cargadas, se calentó. Por suerte, el electroventilador andaba a las mil maravillas y no pasó a mayores. Una vez, quedé en encontrarme con él en la estación de subte de Callao. Cuando le pregunté si estaba en Callao, me dijo que sí. Que la quilla se hábía enterrado 20 centímetros en la arena y era imposible moverla.
Ahí lo dejamos clavado durante ocho horas. Y qué querés, me dijo él, si me estuvieron martillando durante más de 2 horas.
Bueno, estás muy limado le dije. Qué me respondió? Que eso era imposible, Nunca Eugenio Litteral, estuvo cerca de una manicura. Nadie le limó nada, ni las uñas, ni nada. Se enojó y me dijo, Mirá que estoy calzado! Y yo observándolo con sorna, le digo. Claro que estás calzado, si está lleno de vidrios, no vaya a ser que te cortes los pies!
Ante esta realidad, Eugenio se sintió superado. Había llegado en tercer lugar. Igualmente le dijeron que era un Grande.
Los chicos, aquellos que no superaban los 10 años de edad, todavía estaban muy lejos de él.
Basta de quilombo me dijo, al mismo tiempo que la legislatura aprobaba una ley en contra de los Prostíbulos. Yo no puedo vivir así! En ese instante, cambió para siempre su forma de vida. Su padre, que en paz descanse, se había quedado dormido muy relajado.
Estoy para servirle, me dijo. Yo le aclaré que no me servía para nada. Qué mal me siento, gritó. Y yo, con toda tranquilidad le dije: apoyá la cola bien contra al fondo de la silla, y enderezá la espalda. Obviamente, al ver que mi tobillo se me habia torcido el último partido, me lo vendo. Pueden creer que nadie me lo quiso comprar? Qué cagada! Eso mismo había caído en el vidrio de atrás del auto! Malditas palomas!
Me quedo esperando que se aclare el tema. Recién cuando se puso blanco, me quedo conforme!
Esta mina, no puede darme lo que necesito. Y claro, si vos necesitás oro, y es una mina de diamantes! Dejo pasar el tiempo. Y me dice gracias. Yo no le contesto. El tiempo es dinero, qué hora es? Son las 8 dólares y 49 centavos! Qué tarde se hizo! Hermosa la tarde: sol, una brisa fresca, la tranquilidad del verano...
Dado lo más alto, en la cara opuesta había un uno!
Dejame en Paz. En General Paz? No, en José C. Paz. Pero me quedo embolado. Quedate en volado, en dobladillo, en botamanga, pero quedate de alguna manera.
Ahí fue cuando me fui a la mierda. No la llegué a pisar, pero había un olor!!! En ese momento le puse un freno a la conversación. Me pareció que ponerle un embrague o un acelerador era demasiado.
Así que vos me querés ver muerto? Entonces vas a tener que poner una camarita adentro del ataud. Yo no quiero saber nada de vos, me dijo. Entonces, jamás le contaré que nací un 4 de febrero de 1976, que me gustan los deportes, que soy del signo de acuario y que vivo en en el barrio de Almagro. No cuentes nada me dijeron. Entonces, jamás sabrán la cantidad de platos sucios que había en la pileta. Ni el número de actores, contratados para esa pieza, ni la cantidad de pesos que tenía guardado en la caja fuerte. Por qué no la puse en una caja débil?
Porque Ante La Duda, y Ante Garmaz, todos reaccionamos igual. En cambio Ante Brazo, es la parte de adentro del miembro superior.
Cómo hago para ponerle final a esta nota? Siempre con un La, nunca con un Do, y menos con un Fa. Esta nota está agarrada. Es un FA sotenido!
Es notable, como todos entendieron el asunto.
El asunto es Subject. Pero el Subject es sujeto. Y el sujeto unido al predicado forman una oración.
La oración es rezo. Reso nancia magnética es lo que me saqué para verificar la lesión en la rodilla. La verificación hizo que me tuviera que operar. Y que una vez operado, ande en muletas. Demuletas.com. http://www.demuletas.blogspot.com/ Leelo, comentá, y recomendalo!
Hoy fue la historia de Eugenio Litteral, mañana puede ser la tuya!
2 comentarios:
demasiada litteralidad es litteralmente insoportable!
sin embargo, en la epoca de todo por dos pesos, funcionó bastante bien...
muy original la nota!
saludos!
'De Muletas' sigue mostrando la versatilidad y el talento de su creador. Una mezcla de delirio, análisis sobre la realidad, seriedad y reflexiones de la vida cotidiana se combinan para generar sonrisas en los lectores, pero también para hacerlos pensar.
Con o sin lesión, ¡a seguir andando sobre estas muletas! No te vas a caer.
Publicar un comentario