En el final del 2010 y un poco sumándome a la corriente revisionista de la historia, me parece que ya es hora de desenmascarar a la milanesa y contar toda la verdad sobre ella.
En efccto, hasta que se descubrió la Verdad de la milanesa, se han dicho muchas falsedades acerca de la misma.
Nació en Milán? Y de ahí su nombre? La verdadera milanesa es frita o al horno? De vaca o de pollo? Se le puede llamar milanesa a algo que tiene soja adentro? Se pueden comer menos de 8 milanesas en un almuerzo de domingo? La milanesa Napolitana es de Milán o de Nápoles? Que a un bastóncito de muzzarella, lo cubra con pan rallado, eso lo convierte en una milanesa? Por qué en los restaurants para decir que una milanesa es de carne de vaca, dicen que es de ternera? No puede ser acaso de novillito?
Todas estas preguntas, que no han sido contestadas hasta ahora, tampoco lo serán en esta nota.
Simplemente, porque el origen de la frase: "La verdad de la Milanesa", no se refiere a ninguno de los interrogantes antes mencionados.
Y acá va la verdadera verdad de la milanesa:
Cuenta la leyenda, que uno descubre la verdad de la milanesa, cuando muerde el pedazo que se lleva a la boca, dado que el rebozado, no deja ver qué es lo que hay adentro. Suena bastante lógico. Algo que está oculto por el pan rallado, es descubierto, cuando uno la prueba. Y esa acción, es "metaforizada" para otras acciones del ser humano.
La verdad de la milanesa es "la posta". Lo que encontramos dentro del disfraz de pan rallado que cubre la carne. Ahora bien, existen otros alimentos que ocultan su verdad detrás de un disfraz.
Pero a diferencia de nuestra protagonista de la nota, no se hablan de otras verdades de los alimentos, aunque algunos ocultan más cosas que una simple milanesa.
La más típica es la "Verdad de la empanada". Y más ahora con todas las nuevas variedades palermitanas que se han agregado a los menúes. En la mayoría de los casos, los diferentes repulgues, no revelan la verdad de la empanada, y uno no tiene más remedio que morder para descubrirla, o en su versión más fina, el cortar con un cuchillo para conocer su contenido.
El otro alimento que oculta un gran secreto, es "la verdad del Sandwich de miga". Si bien uno puede sospechar el contenido de un sandwich de miga, según la cantidad de tiempo que permanece en la mesa (si habían 4 bandejas y sólo quedan 5 sandwiches, seguro que el sobrante es de aceitunas), en muchos casos hay que morder para conocer la verdad. Con el agravante que si a uno no le gustó el interior, tiene que hacerse el "dolobu" (del español alverre, boludo), y devolverlo a su lugar de origen con mucho disimulo en el mejor de los casos o si uno se encuentra en un ambiente "exigente" no queda otra que devorarlo con un vaso de coca al lado para bajarlo rápidamente.
Existen otras verdades de los alimentos, como "la verdad del raviol", en el que el disfraz de masa, no deja conocer su interior ya sea de verdura, pollo o ricota y cuya única solución es morderlo. (O preguntarle a la cocinera/o y/o comprador/a si son de fábrica, de qué son?
La pizza por el contrario, no esconde nada. Se deja mostrar tal cual es: honesta y transparente. Y si no te gusta la aceituna, la podés apartar a un costado.
Ahora, yo me pregunto: por qué hay tantos políticos "milanesas" y pocos "pizzas"?
Sea cual fuere la respuesta, y esta pregunta abre muchas diferentes, yo a los políticos que esconden su verdad adentro, los cortaría como a las empanadas, así descubrimos sus verdaderas intenciones, y evitamos las estafas y los engaños. No les parece?
Feliz 2011 para todos, y obviamente mi deseo para el año que comienza es que proliferen las pizzas y hagamos desaparecer a las "milanesas", aunque la verdad de la milanesa es que me encantan!!!