lunes, 21 de julio de 2008

Día Largo II

Llegué al quirófano y me pareció arribar a Bariloche, donde en medio de un clima más que frío, un grupo de adolescentes estaban de viaje de egresados. Risas, jodas, y clima festivo, para amenizar un largo y duro día de operaciones. Parece que el exceso de aire acondicionado tiene que ver con que el ambiente tiene que mantener mucha limpieza y debe ser adverso a la proliferación de gérmenes y bacterias. Lamentablente, es adverso a toda proliferación de vida incluyendo la humana. El frío reinante no tuvo que hacer demasiado esfuerzo para penetrar mi casi inexistente camisolín, y los muchachos al verme con un color azul morado, me acercaron un ventiladorcito que tiraba calor que me puse en el pecho. El tema es que los brazos quedaban fuera del alcance del aire caliente, y el frío nunca terminó de desaparecer. Me pusieron un trapo para dividir mi cuerpo en dos, y no tener vista directa a mi rodilla y me pasaron vía suero un tranquilizante que hizo que no sintiera la anestesia peridural. Y fue sorprendente...
Nunca me enteré cuando empezaron a operarme. El clima barilochense continuaba, las 6 o 7 personas iban y venían dentro de mi radio de visión, y mágicamente, y no sé si fue por el ruido de los martillazos que escuchaba y sentía en mi rodilla, por la sierra o el taladro, (ya que no pude ver las herramientas que utilizaron), o porque mi cabeza desvió la atención a otro lado, durante las dos horas que duró la operación, el hambre desapareció.
En cambio, estaba molesto, aburrido, incómodo, pero hambre no. Es malísimo estar despierto dos horas, sin poder moverte, cagado de frío, sin saber donde poner las manos, con gente que habla de sus cosas personales, sin poder meter un bocadillo, y encima escuchando y sintiendo martillazos en mi rodilla, que más se asemejaban al personal de maestranza del hospital colgando los Monet en la habitación, que alguien que está reemplazando un ligamento cruzado anterior.
Además, siendo yo el protagonista de esa tarde en ese recinto, era ignorado por todos los allí presentes. Casi al final, cuando me dijeron que estaban terminando, giré la cabeza y vi un monitor que transmitía en directo y por el sistema codificado TyC Max, mi operación. No entendí nada de lo que veía y desistí de la tele. Al toque me sacaron el trapo divisor, llamaron al camillero y de nuevo a la 404.
20:10 hs. crucé la puerta de la habitación. Mi padre, mi madre y Vivi esperaban, cada uno haciendo algo diferente. Y en ese momento casi como por arte de magia, el hambre regresó, con más fuerza y esta vez... para quedarse.
Al ratito viene la enfermera, aguantá un ratito más que falta para comer. Viene el médico que me operó, me dice que la operación salió bárbara, me dio algunas instrucciones, y me dijo que en un rato iba a comer...
A las 20:45 la enfermera me dijo que si a las 22:00 hs. toleraba un poco de líquido después me traían la comida. Toleraba líquido? A esa altura, toleraba una cena En Siga la Vaca, con una excursión posterior por Persicco. NO me creyó. A las 21:20, apunté a mi padre con una lapicera por debajo de la sábana, haciendole creer que era un arma de fuego, y le dije que si no me traía algo de comer, era capaz de disparar. Él sí, me creyó. Y 21:40 me trajo un sandwich de lomito con queso, tomate y aceitunas. Poco me importó que tuviera aceituas, las limpié así muy por arriba, e hice desaparecer el sandwich tan rápido como desapareció mi ligamento en esa jugada desafortunada y fatídica ese 31 de Mayo. Tomé un vasito de agua, y lo dejé al costado de mi cama. 22.00 en punto, entra la enfermera, con una jarrita de agua a ver si la toleraba, y me dice... me hiciste trampa, ya tomaste agua! Le dije que sí, que me perdone, pero que me traiga algo de comer...
22:45 ingreso triunfal de la bandeja con mi cena. Ensalada Capresse, carne con salsita y papa natural, y dos bochas de un rico helado de limón, que desaparecieron con un poco más de lentitud que el sandwich previo... Sólo un poco!

1 comentario:

Lore dijo...

Que bueno lo que escribis, realmente sos muy bueno, no conocia este lado de escritor, me hiciste reir, una vez ami me paso lo mismo al estar internada pero tenia suero asi que ni agua podia tomar y fueron mas de 24 horas, estuve apunto de desmayarme.